GIRO DE ITALIA: 35 AÑOS DE HISTORIA PARA COLOMBIA

MUNDO CICLISTICO

Fue en el año de 1973, cuando apareció por vez primera el nombre de un ciclista colombiano inscrito en la lista de participantes del Giro de Italia. Se trataba del mejor pedalista no solo de nuestro país sino de América entera. Se le conocía mas como “Cochise” que por su nombre de pila Martín Emilio Rodríguez.

Forzado por las circunstancias (declarado profesional ante denuncia del dirigente colombiano Saul Senior por violación de las normas para deportistas “aficionados”), Cochise se vio impedido para correr en la olimpiada de Munich 72 por esa demandada luego de ser Campeón Mundial de persecución en 1971.

Entonces, su técnico, el italiano Claudio Costa (Q.E.P.D) le encontró lugar en uno de los grandes equipos de Italia, al lado del mejor corredor italiano del momento, Felice Gimondi con el cual trabaría una amistad que hoy aun permanece y en cuya escuadra (Bianchi-Campagnolo) conseguiría muy rápidamente la consagración mundial como rutero.

Precisamente en su primer Giro de Italia en 1973, Cochise lograba de una vez dejar su marca, ganado la etapa de Forte dei Marmi, para que no quedaran dudas en cuanto a su clase y talento indiscutibles. Martín Emilio lograría otra victoria en 1975, esta vez en Pordenone, siempre enfundado en la camiseta del Bianchi.

A partir de Cochise, la historia del ciclismo colombiano siguió cosida a la historia del Giro y nadie puede poner en duda el protagonismo que le ha acompañado siempre. Debieron pasar 10 años después del genial ciclista antioqueño para que el ciclismo colombiano volviera al Giro, esta vez, con un equipo completamente nacional: Café de Colombia y luego Pony Malta, posteriormente Postobón y mas tarde Gaseosas Glacial.

Desde 1985 hasta el 92, con estos equipos y posteriormente con una interminable lista de corredores de nuestro país incrustados en equipos europeos, el ciclismo colombiano se ha consolidado como uno de los grandes actores del Giro y sus carreteras han sido testigos, asi como sus aficionados, de extraordinarios logros, evidentes progresos de los escarabajos colombianos en todos los terrenos.

Desde las etapas y títulos como el mejor escalador de Luis Herrera en 1989 y 1992, Oliverio Rincón en 1995 hasta la etapa contra reloj de Bibione conseguida por Víctor Hugo Peña en el 2000, pasando por las victorias parciales de Chepe Gonzáles en 1997 y 99, Carlos Contreras en 2001 más las dos camisetas como mejor escalador de Freddy Gonzáles, hasta llegar al doblete histórico e inolvidable de Iván parra en 2005 , vencedor de las dos etapas mas grandes e importantes,(Ortisei y Livogno) en forma consecutiva en el giro 2005 con la camiseta del Selle Italia de Gianni Savio. Total, doce victorias de etapa y cinco títulos de rey de la montaña.

Son muchas las victorias, enormes las satisfacciones, indiscutible el reconocimiento que se hace del ciclismo colombiano en Italia y especialmente en el Giro. La historia escrita tanto individual como colectivamente por nuestros representantes en estos 35 años, refleja en toda su dimensión el avance y evolución de nuestro pedalismo a todos los niveles. La contratación de nuestros mejores hombres cada cierto tiempo en Italia o su presencia en equipos de otras latitudes en el Giro, son siempre sinónimo de clase, talento, coraje y determinación. Alumnos aventajados, líderes o gregarios, vencedores o vencidos, los representantes del ciclismo colombiano han tenido y tienen hoy el orgullo de haber cumplido con el propósito de mantener vigente un prestigio bien ganado en este lapso de tiempo.

Por eso, cuando los equipos de Mauricio Soler y Félix Cárdenas (Barloworld), José Serpa (Serramenti Diquigiovanni) y Mauricio Ardila (Rabobank ) se pongan en acción en Venecia, habrá comenzado también una nueva aventura para el ciclismo colombiano que habrá de conducirles a los lugares de privilegio en la segunda carrera mas importante del mundo.

El “Coppino” Soler, llamado así por su similitud con el héroe eterno del ciclismo italiano Fausto Coppi, parte en calidad de uno de los hombres con mayores expectativas por su espectacular aparición en la escena mundial en el Tour 2007 cuando ganó la etapa de Briancon y se consagró como el mejor escalador. Luego de un 2008 para olvidar, caída, fractura y abandono en el Giro y Tour. Mauricio se propone volver al escenario en calidad de estrella invitada y dejar su impronta en Roma pues el Tour de este año no lo puede correr por la exclusión de su equipo para la “Grand Boucle”.

José Serpa, en su tercer Giro, tiene una doble responsabilidad. La primera, apoyar al capitán de su equipo Gilberto Simoni, aspirante a su tercera corona y la segunda, buscar la mejor oportunidad para encontrar su propio resultado en cuanto estrategia colectiva de su escuadra lo permita. Es el segundo hombre a bordo para Bellini y Savio, sus orientadores. Ha ganado en Malasia el Tour de Langkawi y todos sabemos que ingresa en el período donde la madurez física y mental alcanzada luego de cuatro años de estar en la elite del ciclismo mundial comienza a rendir sus frutos.

ientras tanto, Félix Cárdenas será el comandante a la sombra, gregario de lujo, apoyo principal de Mauricio Soler en el rojiblanco Barloworld. Cárdenas es hombre capaz de ponerse al servicio de un capitán pero también consigue brillar para el mismo. Esta vez no será distinto. El “Gato” sabe cuando mandar el zarpazo definitivo.

Y finalmente, el cuarto de nuestros representantes, Mauricio Ardila, quien va camino a convertirse en el colombiano que más veces ha corrido el Giro, estará al servicio de su líder el ruso Denis Menchov en el escuadrón holandés Rabobank. Hace tres años, el pequeño de Yarumal hizo un giro consagratorio pero las dos temporadas siguientes no le han sonreído. Espera en la prueba del centenario encontrar ese camino pues todos reconocen en este hombre, un extraordinario escalador, dueño de una vasta experiencia y clase suficiente para estar y seguir haciendo parte de la elite del ciclismo mundial gracias a su rendimiento y resultados.

Así las cosas, estos cuatro mosqueteros del ciclismo colombiano abordan el Giro del centenario convencidos de su responsabilidad para mantener y aumentar su propio prestigio y el de sus antecesores, desde “Cochise” hasta Parra. Saben que de ellos esta pendiente una Colombia ciclística que por múltiples razones se ha sentido ligada al ciclismo italiano, y al Giro, más que a cualquiera otro. Juntos o individualmente, Soler, Cárdenas, Serpa y Ardila entienden sus objetivos perfectamente y lucharan día por día durante tres semanas para que el nombre de Colombia siga cosido a la historia de la Camiseta Rosada.

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